“Cualquier alimento ingerido puede causar una reacción alérgica”

Introducción: El término reacción adversa a alimentos engloba tanto las respuestas inmunológicas como no inmunológicas que pueden acontecer luego de la ingesta de una comida.

Inmunológica: alergia o hipersensibilidad alimentaria que se caracteriza por una respuesta inmunológica exagerada frente a la ingestión de alérgenos alimentarios especí cos.

No inmunológica: intolerancia alimentaria que se de ne como una respuesta siológica anormal, de naturaleza no inmunológica, que tiene lugar tras la ingestión de un alimento.

Probablemente la mayoría de las hipersensibilidades verdaderas a los alimentos son de tipo I e implica la degranulación de los mastocitos para el desarrollo de los signos clínicos, aunque en la mayoría de los casos, no se ha de nido la naturaleza exacta de las respuestas inmunológicas. Por lo tanto, aunque se cree que las hipersensibilidades de tipo I mediadas por IgE están presentes en algunos casos, es probable que existan otros mecanismos. Esto es especialmente cierto en los casos en los que sólo se presentan signos gastrointestinales.

Los alimentos contienen una enorme variedad de proteínas, la mayoría de las cuales son potencialmente antigénicas, y sólo unas pocas han demostrado ser alergénicas.

Aunque la mayoría de los alérgenos alimentarios conocidos son proteínas o glucoproteínas, se sabe que hay moléculas no proteicas que pueden funcionar como alérgenos. Sin embargo, el papel antigénico de los hidratos de carbono verdaderos todavía es controvertido. En los casos en los que los hidratos de carbono de la dieta están implicados como fuente de alergenos (por ej., maíz), es más probable que haya una proteína alergénica dentro de la fuente de hidratos de carbono, que la existencia de una hipersensibilidad verdadera a las moléculas de los hidratos de carbono.

Alergenos implicados mas frecuentemente: De origen animal: carne de vacuno, pollo, cordero, pavo, pato, pescado, cerdo, huevo, lácteos. De origen vegetal: trigo, maíz, arroz, soja, papa.

Signos

A pesar de que las alergias y las intolerancias alimentarias se originan por mecanismos muy distintos, los síntomas que producen son muy similares. Estos pueden aparecer de forma inmediata (minutos a horas) o de forma tardía (horas a días) tras la ingestión del alimento.

Los síntomas de una alergia / intolerancia alimentaria son principalmente de naturaleza cutánea y pueden manifestarse a cualquier edad (desde los 2 meses hasta los 13 años). En el perro, el síntoma más importante es el prurito no estacional, pápulas y eritema generalizado. De forma secundaria, pueden aparecer piodermas recurrentes y descamación excesiva acompañada o no por una dermatitis por Malassezia.

Aproximadamente un 10% de los perros que presentan una alergia / intolerancia alimentaria mani estan además síntomas gastrointestinales (vómitos, diarreas o deposiciones frecuentes y abundantes).

Además, entre un 20-30% de los pacientes mani estan de forma concomitante otro tipo de alergia (dermatitis atópica, hipersensibilidad a la picadura de pulga).

Es importante recordar que es imposible diferenciar clínicamente Dermatitis Atópica Canina de Alergia Alimentaria ya que la manifestación clínica es similar.

Diagnóstico

El diagnóstico de una alergia / intolerancia alimentaria es un proceso largo y complicado. Los tests intradérmicos y tests serológicos, no son útiles en el diagnóstico de estos procesos ya que las concentraciones de IgE alergeno-especí cas que podamos observar en suero, carecen totalmente tanto de especi cidad como de sensibilidad. Además, la existencia de reacciones cruzadas entre diferentes alérgenos imposibilita el diagnóstico serológico.

Debido a la variedad de factores que intervienen en la patogenia de estos procesos, el único diagnóstico able consiste en comprobar que los síntomas del animal remiten al eliminar de su dieta los componentes potencialmente alergénicos. Con este n se utilizan las denominadas dietas de eliminación o de exclusión alimentaria. Para esto deben indicarse ingredientes que nunca haya ingerido el paciente o bien que lo haya hecho en muy pocas ocasiones.

Por esta causa es prudente aconsejar a nuestro cliente seleccionar una dieta que no contenga una fuente de proteínas a la que se sabe o se sospecha que el paciente está sensibilizado.

Por ejemplo si el paciente ha comido balanceados que contienen dentro de sus ingredientes alguna de estas proteínas o sus subproductos: pollo, carne de vacuno, carne de cordero, pescado; no debería elegirse ninguna de ellas ya que hay grandes posibilidades que sea alérgico a alguna. Este concepto es el mismo ya sea que se opte por una dieta casera o bien por una dieta balanceada comercial, aunque el alimento balanceado contenga alguna de estas proteínas hidrolizadas.

Cada vez más, los perros están expuestos a una amplia variedad de fuentes proteicas a medida que aumenta el número de dietas comerciales. La identi cación de una verdadera proteína nueva presentada para la evaluación de la hipersensibilidad dietética puede ser difícil.

Duración de la dieta de eliminación: ya sea que opte por dieta casera o hidrolizada para la dieta de eliminación, la duración de la misma debe ser de un mínimo de 2 meses. Debe alimentarse exclusivamente con la dieta elegida, no cambiarla a lo largo de estos 2 meses y deben evitarse golosinas y juguetes de cuero o latex que puedan ser potencialmente alergénicos.

Pasados estos dos meses si el prurito persiste se considera que la dieta no in uye en el prurito y hay que continuar la investigación de los alérgenos ambientales.

Si el prurito desaparece, debe indicarse una Dieta de Provocación, que consiste en incluir de a uno los ingredientes que comía con anterioridad. Se introduce uno nuevo cada 2 semanas hasta encontrar al responsable del desencadenamiento de los signos. Este es un trabajo arduo y que muchas veces no se completa por temor del propietario a que su perro comience nuevamente con prurito.

Como conclusión, y por los comentarios surgidos en la región (Perú, Ecuador, Costa Rica y Rep Dominicana), podemos a rmar que no hay razones para fundamentar que la harina de carne de pollo o la harina de carne bovina sea más alergénica que la harina de cordero, dado el amplio uso de esa fuente proteica en tales países.

Por consiguiente no encontramos razones para indicar proteína de carne de cordero por sobre otras proteínas, y más aún cuando ciertas dietas balanceadas utilizan proteínas de distintos orígenes, confundiendo al veterinario y consumidor.

Alergia alimentaria